¿Qué tipos de paneles solares existen?
Paneles solares fotovoltaicos
Los paneles de energía solar fotovoltaica son los que transforma la luz del Sol en energía eléctrica, por medio de módulos fotovoltaicos. Estos módulos están formados por un dispositivo electrónico denominado célula solar o célula fotovoltaica generalmente fabricada a base de cristales de silicio (Monocristalinos o Policristalinos).
-
Las placas solares monocristalinas están compuestas por células cuyo silicio procede de un único cristal. Esto hace que la pureza sea mayor y esto mejora su eficiencia y rendimiento. Por contra hace que el precio de estos paneles sea también más alto. Aunque son más caros, requieren menos espacio y son ideales para instalaciones residenciales con espacio limitado.
-
Las placas solares policristalinas están compuestas por células cuyo silicio están compuestas por células cuyo silicio procede de muchos pequeños cristales fundidos en uno solo. Esto provoca que su eficiencia y rendimiento sea algo menor, pero también abarata su fabricación. Son adecuados para propietarios con presupuestos limitados, aunque su estética puede ser menos atractiva y su eficiencia puede disminuir en climas más cálidos.
Dentro de los paneles solares fotovoltaicos existen tres tipos principales de placas solares según el número de células solares por panel:
Placas de 60 células: Las más versátiles del mercado, empleadas en una amplia gama de aplicaciones, desde instalaciones aisladas de mediana y gran potencia hasta sistemas de autoconsumo y huertos solares. Ofrecen una potencia típicamente entre 280W y 310W.
-
Placas de 72 células: Proporcionan una potencia más alta, de 330W-340W, y son comunes en sistemas de autoconsumo y huertos solares. Su mayor tamaño y potencia por panel permiten optimizar varios aspectos de la instalación solar.
Para comprender su funcionamiento de manera general, debemos saber que las células de los paneles solares permiten que cuando los fotones de la luz inciden en el panel solar, bombardeen a los átomos de silicio, rompiendo los electrones y liberando algunos de ellos que serán los que generen la corriente eléctrica, que a través de un conversor será transformada en energía eléctrica susceptible de ser empleada en los hogares o inmuebles.
Los paneles fotovoltaicos, además de permitir una rebaja total o muy importante de la factura eléctrica, cuando se instala en casas o edificios de viviendas, permite dar energía en emplazamientos aislados de la red, como casas de campo o en entornos aislados.
Cuando la energia producida por los paneles solares fotovoltaicos, sea mayor que la consumida y la instalación esté conectada a la red eléctrica se puede obtener una rentabilidad, vendiendo la energía sobrante de paneles solares fotovoltaicos conectados a la red. En caso de no estar conectada a una red de distribución este excendente de energía se puede almacenar en baterías.
En Madrid, la elección del tipo de panel solar también depende del clima y las condiciones locales. Con nuestro equipo de expertos en energía solar, podemos ayudarte a seleccionar la mejor opción para maximizar tu inversión y reducir tu huella de carbono.
Paneles solares térmicos
Los paneles de energía solar térmica son aquellos que permiten la transformación de la energía procedente del sol en energía térmica en calor.
Dentro de los paneles térmicos existen tres grandes grupos: los colector de baja, media o alta temperatura.
Los colector de baja temperatura son los más comunes y son aquellos que se encargan de calentar agua, u otro tipo de fluidos, de forma directa alcanzando temperaturas que oscilan entre los 40º y 50º gracias a las placas solares. Este agua caliente se emplea para usos como el agua caliente sanitaria de viviendas (ACS), calefacción, calentamiento de piscinas, etc. Son muy comunes en comunidades de vecinos ya que su instalación es obligatoria en el caso de la nuevas edificaciones.
Paneles solares híbridos
Los paneles de energía solar híbrida son aquellos que mezclan de un panel fotovoltaico junto a uno térmico, permitiendo producir electricidad y calor simultáneamente.
La principal ventaja que estos paneles es la reducción del espacio necesario para aprovechar la energía solar, permitiendo que el espacio necesario para producir electricidad y calor al mismo tiempo sea hasta un 40% menos.
Otra importante ventaja es que al lograr disipar parte del calor que se genera el panel fotovoltaico, al transferir dicho calor al fluido que circula en la parte inferior de los paneles solares, permite que las células fotovoltaicas mejoren su rendimiento hasta en un 15%.